Hoy estoy un poco enfadado, os explico: Ha venido una señora a casa cuyo objetivo desconozco ya que no la he podido ver. Ni habiendo metido un pie dentro del hall ya ha interrogado a mi abuela sobre la existencia de un gato en el hogar. Efectivamente mi abuela ha respondido con una afirmativa al mismo tiempo que me encerraba en su habitación y yo me quedaba boquiabierto. He conseguido salir de la habitación, pues soy un gato muy habilidoso y lo que es saltar sobre la manilla lo hago en un abrir y cerrar de ojos. Pero al instante mi madre me ha llevado esta vez a otra recámara, entonces me ha entrado la modorra y me he quedado ahi dormido en la cama, total para que esforzarme con una persona que según he oído siente "pánico" a los gatos.
Aunque yo en el fondo lo comprendo, en mi mente soy un león.
Otra cosa que os quería comentar es que hace relativamente poco recibí un presente. Un presente de verdad, a mi nombre y todo, por correos!
Se trataba de un regalo que quiso hacerme mi tío, imagino que para compensar su habitual menosprecio hacia mi hermosa presencia. Así que llegué a la conclusión de que no debía odiarme tanto.
El regalo del que os hablo es un precioso collar de estilo gótico, no gótico como la arquitectura del medievo sino gótico como la tribu urbana. Es negro, aterciopelado y con algunos encajes. Además también lleva una planchita plateada con el triskel celta y lo ha realizado la diseñadora de moda gótica Susana Ribeiro. Al verlo me llevé una gran alegría, pero cuando mi madre me lo puso en el cuello otro gallo cantó. Era molestísimo y cada vez que me movía sonaba un insufrible cascabelito. Al final le di pena a mi familia y me lo acabaron sacando. Ahora lo guardo como un bien preciado, de decoración.
La foto no es increíble pero para los que la conozcan ya sabéis como son los dotes fotográficos de mi mamita.
